sábado, 10 de mayo de 2014

Para que tú no llores, Federico

Con Lorca está llorando, me despaché a gusto sobre la polémica de García Lorca y el libro de Anaya. Pero me quedé con las ganas de hacer algo más: intentar hablar a los niños del poeta de la forma en que considero que él y los niños se merecen, o sea, de forma poética. Predicar con el ejemplo, vaya. El lugar perfecto para hacerlo era mi colaboración quincenal en el Heraldo escolar, una sección literaria en la que presento a los alumnos autores, colecciones, editoriales... El público es variopinto; pueden ser profesores y alumnos de muy distintos niveles así que hay que hacer textos que admitan muchas lecturas, textos accesibles a niños de 6 años y con boquetes abiertos a la interpretación para los mayores. A cambio de esta dificultad, partía con una gran ventaja sobre las autoras del libro de Anaya: tenía casi el triple de caracteres para explayarme y -fundamental- una jefa, Lucía Serrano, que es un sol y que me deja hacer lo que me da la gana (a eso también ayuda el hecho de no cobrar, pero no dije que todo fueran ventajas; ya lo decía Bill Cunningham: "la libertad es la cosa más cara del mundo"). La elipsis que elijo para contar el horror no es pues el silencio de la censura sino un recurso copiado del propio Federico, que desdeña hablar de lo feo y no hablando, habla. Es, intenta ser, el silencio del poeta. Y esto es lo que apareció publicado:

FEDERICO GARCÍA LORCA, CASTAÑUELAS DE PORCELANA
Federico García Lorca es uno de esos escritores que salen en los libros de texto, un clásico. No todos los clásicos han escrito para niños, pero Lorca sí: poemas, nanas, canciones, obras de teatro, teatro para títeres…
Dicen que las canciones que le cantaban de niño Dolores «La Colorina» y Anilla «La Juanera», que le cuidaban, despertaron su alma de poeta.
Los versos de Lorca son como castañuelas de porcelana. Delicados y bellos, llenos de música y de alegría. ¡Si hasta dan ganas de cantarlos y ponerse a saltar a la comba! Compruébalo en este fragmento de El retablillo de don Cristóbal:
CRISTÓBAL: Señora.
MADRE: Caballero / de pluma y tintero.
CRISTÓBAL: No tengo sombrero. / Usted sabrá / que me quiero casar.
MADRE: Yo tengo una hija, / ¿qué dinero me das?
CRISTÓBAL: Una onza de oro / de las que cagó el moro, / una onza de plata / de las que cagó la gata, / y un puñado de calderilla / de las que gastó su madre cuando era / chiquilla. 
Ya, que dices que eso no es muy delicado. Es que es una cancioncilla popular de las que a veces metía Lorca. Pero espera a leer el siguiente poema: Cazador. Fíjate en el hueco entre los versos y dime si se puede contar de una forma más delicada que un cazador ha matado unos pájaros:
¡Alto pinar!
Cuatro palomas por el aire van.
Cuatro palomas
vuelan y tornan.
Llevan heridas
sus cuatro sombras.

¡Bajo pinar!
Cuatro palomas en la tierra están.
Ya, que esto no te ha parecido muy alegre. Pero a veces la vida se pone así. Hay momentos en que la vida se vuelve de porcelana, se rompe fácilmente. Lorca vivió uno de esos, la guerra, y él, que volaba tan alto, ¡hasta Nueva York!, que alegraba el aire con sus versos, un día, aún joven…

¡bajo pinar! En la tierra está. En algún lugar.
Pero su obra sigue entre nosotros: en teatros, en libros, en la memoria de mucha gente. ¿Querrás llevar tú algunos de sus versos en tu cabeza? 

Y hasta aquí, esta pequeña aproximación literaria a Lorca. Si quieren una aproximación más histórica, muy bien adaptada para niños y con magníficas ilustraciones, les recomiendo el Federico García Lorca para niños de Ian Gibson y Javier Zabala.


En la imagen: Federico. Adiós, Federico, adiós.

3 comentarios:

Sam Fisher dijo...

"No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie. No duerme nadie."

Éstos son los versos que siempre recuerdo sin poder evitarlo.

¡Malditas ciudades sin sueño!

La Oro dijo...

"Cayó una hoja
y dos
y tres.
Por la luna nadaba un pez.
El agua duerme una hora
y el mar blanco duerme cien."
Sueños de mar blanco. Bueno, quizá no tanto.
Cuide con las iguanas vivas, Sam Fisher.

Blueli dijo...

¡Me ha encantado, Begoña! :D